Eduardo Verano de la Rosa y Amylkar Acosta estuvieron hablando sobre posconflicto y descentralización en Pensando el Siglo XXI de la Universidad Autónoma del Caribe.
Durante la conferencia La paz desde las regiones: todo está acordado, el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, y el director ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos, Amylkar Acosta, abrieron el debate sobre la importancia de las regiones para el proceso de posconflicto, la integridad de los tratados y el compromiso del estado con las zonas rurales que han sido afectadas por la violencia y el conflicto armado.
Acosta afirmó que el pasado del país está manchado con la violencia y el terror, lo cual no se desconoce, sin embargo explicó que es por esta razón que la paz no se logra en los escritorios donde se firmen unos tratados de paz, sino en los territorios donde la sangre inocente fue derramada como resultado del conflicto armado que dejó cerca de 6,7 millones de víctimas desde el año 1985.
Explica además que desde la gestión de la Federación de Departamentos y la Gobernación del Atlántico se propusieron dos iniciativas claves para mejorar la participación de las regiones en Colombia: el fortalecimiento territorial para la paz, con el que se busca que se consolide el proceso de descentralización del poder político y económico; y promover el fortalecimiento de la autonomía de las regiones, lo cual le permitirá llevar a cabo los procesos que se consideren pertinentes desde los gobiernos locales.
Por su parte, el gobernador Eduardo Verano planteó su ponencia desde la suposición de que el país pasará por un proceso de posconflicto y que le dio el sí al plebiscito. Afirmó que se necesita un nuevo modelo de Estado, el cual promueva equidad en las regiones que han sido afectadas por la guerra, para garantizar que la guerra no vuelva al país. “Vamos a apoyar el posconflicto porque nos interesa un país que camine en la paz, y nos interesa que los departamentos más afectados y las regiones que han sufrido la guerra salgan adelante”.
Explicó además que el centralismo es un fenómeno que se necesita erradicar urgentemente, y que las zonas rurales tengan voz y voto en los procesos que se lleven a cabo de ahora en adelante. “Todo se ordena desde Bogotá y nos impide trabajar autónomamente desde las regiones. Por eso necesitamos que las regiones sean consideradas como entidades territoriales. Queremos unas regiones más responsables, más serias, más poderosas, y que juntas puedan trabajar en pro de la equidad de los recursos en el país”.
Acosta y Verano coincidieron en que una equidad en la inversión, una paz sostenible y territorial, y una memoria que recuerde que las zonas rurales también hacen parte del país, son solo algunas de las necesidades que Colombia tiene para llevar de la mejor manera el posconflicto, sin embargo, el panorama nacional muestra una actitud de mejora, y los colombianos se muestran comprometidos con el desarrollo de la sociedad.